Es una noche normal del otoño. Estación del año, la cual las mañanas son frias, por las tardes frescas y por las noches congelantes. Sobre el pavimento, la pintura corre a toda velocidad con un deseo de huir, pero es imposible. Solo se puede soñar. Un mueble de cuatro neumáticos roza el asfalto y concreto de las calles de esa ciudad. Los cristales desde el interior son empañados por el calor que el ser humano transmite.
Escuchando una buenísima melodía el interior del carro radia un cierto tipo de nostalgia. Es curioso, el interior del vehículo al ver solo el resplandor de los autos pasar y nuestras voces cantar la melodía…es como si fuese una fuga de sueños y de deseos de lo que esa ciudad fué algún día en los años pasados.
Al bajar la ventana el aire frio ‘congela’ mi nariz y enardece mis pómulos y mis oídos. En lugar de especulares de cerveza sobre el canal son narcomantas con amenazas al gobierno y a la población.
Patrullas con federales encapuchados, no por el frio, sino por no ser vistos ni reconocidos. Las sirenas ya son un himno de la ciudad y del estado. A todas horas se escucha y no necesariamente a las 0600 o a las 2400hrs del día.
Grandes caravanas de federales aplastan el asfalto de la ciudad hasta llegar a lo que podría ser sus últimos momentos de vida. Mas adelante mientras el vehículo avanza la luna ilumina lo que parece ser el aceite de un carro desvielado, pero no. No es el aceite que a todos nos gustaría encontrar.
Los comercios y restaurantes transmiten un calor extraordinario, ya que los bomberos no llegan a apaciguar las llamas que enfurecen el comercio. Por amenazas aceptadas y cobardía de enfrentar una realidad de 360 grados.
El vehículo se detiene por el semáforo en rojo, solo unos cuantos minutos pasan cuando veo pasar lugares en los que momentos antes había un cadáver como si fuera una vaca antes de ser barbacoa. Cierro mi ventana y la misma melodía sigue su marcha. Al día siguiente lo mismo, pero la diferencia….es una fecha distinta a la de ayer.
¿NO ES ASI ASÍ?
REPUBLICA universal 